La localización y la transcreación son elementos clave en la estrategia multilingüe de cualquier e-commerce internacional. Según los datos del Departamento de Comercio de la Asociación de Comercio Internacional de Estados Unidos, los internautas y clientes pasan el doble de tiempo en las páginas traducidas a sus idiomas que en las páginas sin traducir.
El año 2020 será recordado como el año en que el mundo se hizo digital. La digitalización de un negocio ya no es una posibilidad, es una obligación.
El 67% de los CEOs globales afirman que han puesto la transformación digital en el centro de sus estrategias de expansión. Las compras transfronterizas han aumentado un 25% en el último año, y los comercios electrónicos minoristas multilingües están creciendo un 1,3% más rápido que los monolingües.
El perfil del público también ha cambiado. En lugar de los compradores habituales, las nuevas categorías de buyer persona son las siguientes:
Al contrario que los compradores online habituales, estos nuevos shoppers buscan una experiencia de compra sencilla, comprensible y orientada a los resultados.
Buscan cubrir sus necesidades y no solo satisfacer sus caprichos.
La principal razón del crecimiento del comercio electrónico internacional es el uso de dispositivos móviles para realizar las compras, así como los precios más competitivos que ofrece el mercado internacional online a diferencia del mercado nacional offline.
Otro factor clave de este fenómeno es la simplificación de la cadena logística. Tarda lo mismo un contenedor enviado desde China que un camión que llegue de Italia.
En tercer lugar, podemos hablar de la internacionalización directa de los negocios digitales. Una vez creada la página web en el idioma del país origen, se traduce a las lenguas de los países meta que forman parte de su estrategia multilingüe de internacionalización.
Sin embargo, cada mercado internacional tiene sus propios entresijos y requiere una estrategia metódica y una planificación personalizada.
Localizar los contenidos web ayudará a la marca a incrementar las ventas en los países meta. Transcrearlos mejorará la aceptación de la marca en los mercados extranjeros.
La primera adapta los contenidos a la cultura y al público meta. La segunda va más allá de la traducción e incorpora el proceso creativo, así como una traducción más libre de los contenidos, siendo el impacto y la comprensión del mensaje más importantes que el mensaje en sí.
La transcreación de contenidos es una de las estrategias de marketing internacional. El contenido de marca se adapta a la cultura y la lengua meta según los objetivos de comunicación y negocio de la empresa. No solo se traducen los textos, sino también ideas, conceptos, sentimientos y toda clase de elementos identificativos de la marca en cuestión.
Hasta ahora la localización se ha ido utilizando más para unas lenguas que para otras. Las lenguas más localizadas son las lenguas FIGS (francés, italiano, alemán y español). Sin embargo, está habiendo una creciente demanda de localizar también las lenguas CJK (chino, japonés y coreano), debido al rápido y potente crecimiento del mercado asiático.
Asegúrate de que el cliente encuentra lo que busca. Nos gusta poder comparar varios productos, ver productos relacionados en la misma página o aplicación, y como último paso, elegir el producto que necesitamos.
Cuantas más opciones tenga el cliente para elegir en su lengua, más tiempo se quedará en la página y acabará comprando.
Las opiniones de otros usuarios también son importantes (incluso más que las descripciones) y deben ser reflejados y trasladados a la lengua meta.
Todos estos pasos se deberán analizar con herramientas específicas de Google Analytics y de medición de CRO para estudiar comportamientos, alcance e impacto, así como geolocalización a nivel tanto nacional como internacional.
La estrategia multilingüe de un negocio debe incluir no solo la traducción o localización de sus contenidos digitales, sino que también se ha de tener en cuenta toda la gama de contenidos ofrecidos al cliente para homogeneizar el estilo y los contenidos.
Los folletos, manuales, guías, correos electrónicos, formularios, audios, vídeos, descripciones de producto y fichas técnicas, preguntas frecuentes, política de cambios y devoluciones, guía de tallas, reflejarán el lenguaje y el estilo de la marca.
Las opciones de envío y entrega internacional son cada vez mayores: DHL, Ups o FedEx son empresas de paquetería internacional estrella.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, dependiendo del país meta de nuestros servicios o productos, las preferencias de los consumidores cambian.
Los hay que están más acostumbrados a los gastos de envío incluidos y otros que no. Algunos optan por recoger sus pedidos en los puntos de entrega, otros apuestan por el servicio de Correos nacional. Todo depende del país y, por tanto, requiere una investigación a fondo de las costumbres del público objetivo.
Los chatbot están ganando cada vez mayor popularidad entre los internautas y suponen un considerable ahorro de tiempo.
Los clientes chinos están acostumbrados a un personal shopper online. Mientras que un servicio postventa global y multilingüe es clave para cualquier negocio online.
Al margen de los cuatro pilares fundamentales para preparar un e-commerce internacional al dar el salto al entorno digital global se deberán tener en cuenta todas estas claves para adaptar los contenidos al país o países meta.
Traducción y adaptación de las descripciones de productos, fichas técnicas y opiniones a la lengua o variante lingüística que se hable en la zona geográfica a la que se dirige.
Los europeos y estadounidenses prefieren los precios acabados en 9 como 10,99. Mientras que los asiáticos optan por los 0 como 10,00.
Unos internautas están acostumbrados a ver los precios con IVA incluido (como los europeos) y otros, como los estadounidenses, no están habituados a esta práctica.
El 72% de las compras se realizan con tarjetas de crédito o débito. Sin embargo, hay internautas que prefieren el sistema PayPal. En algunos países se sigue usando el pago en efectivo o incluso los llamados e-wallets con criptomonedas.
En unos países son numéricos y en otros, alfanuméricos.
Los términos legales y la política de cookies, las condiciones de uso y de devoluciones: todas se deben traducir a las lenguas de nuestro público internacional. Tampoco podemos olvidarnos del certificado SSL. Los usuarios confían más en las páginas que lo tienen y además ofrecen la opción de compra como invitados sin registrarse.
Por otra parte, es fundamental conocer las normativas legales, políticas de aranceles e impuestos, trámites aduaneros para la entrada/salida de productos del país como si de una exportación tradicional se tratase.
Los contenidos de nuestra marca deberán adaptarse a diversos formatos, tales como los dispositivos móviles, los buscadores de internet, ordenadores de sobremesa o incluso las tiendas por internet de una red social. Todo depende del usuario y del país meta.
Los principales errores a la hora de internacionalizar un negocio digital son los siguientes:
La internacionalización de un e-commerce no es rápida, pero sí efectiva.
A los 6 meses ya empiezan a verse sus frutos directos. Ahora más que nunca es una opción necesaria y segura. Además, para aquellos negocios tradicionales offline puede ser el primer paso para tantear el terreno de los países lejanos geográficamente, pero con interesantes posibilidades de expansión.
Nunca ha sido tan fácil internacionalizar, comprar y vender a golpe de clic y desde una pantalla. Nunca han sido tan importantes los idiomas y la traducción.
El marketing y la comunicación son las herramientas de poder de la era digital actual. Y la traducción es el pilar que sostiene el comercio internacional global, electrónico y tradicional.